Se remonta a las Antiguas Civilizaciones, como su nombre indica es una terapia en base al aroma y los beneficios que ofrecen las diferentes partes de una planta, flor o fruto, como pueden ser, tallos, raíces y cortezas.
Estos se pueden transformar por diferentes procesos en, aceites esenciales, infusiones, aguas de tocador, para decorar, etc...

Los olores, forman parte de nuestro proceso de vida, agradables y desagradables, nos evocan recuerdos y situaciones.
Juegan un papel importante en nuestro cuerpo y psique. Desde la Antigüedad se han utilizado para curar enfermedades, perfumes, aromatizar los hogares, alejar los malos espíritus e incluso en el Antiguo Egipto para embalsamar.
Sus usos pueden ser mediante masajes, cataplasmas, infusiones, perfumes, joyas portadoras de aroma, velas, almohadillas de semillas para el dolor.
Todos tienen una propiedad en común, ofrecen su perfume, el cual produce una simbiosis en nuestro cuerpo y mente, abriendo y elevando nuestros sentidos.
Otras se encargan de regenerar las células, aparte de aportarnos base de perfumes.
La Naturaleza nos ofrece perfumes, los cuales están libres de químicos, no afectan a nuestro cuerpo, ni lo intoxican.
NOTA: Antes de utilizar cualquier aceite esencial, se tiene que comprobar, no tener alergia a algún componente del mismo.
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